Para estudiar el interior de la Tierra podemos utilizar diferentes métodos.
- Métodos directos, que consisten en observar y estudiar las propiedades y estructuras de las rocas que forman la superficie de la Tierra. Las rocas de la superficie se pueden tocar directamente, apreciar sus propiedades y analizarlas en el laboratorio. Este estudio directo sólo se puede realizar en la superficie y en minas y pozos, que alcanzan, como máximo, los 15 kilómetros de profundidad.
- Métodos indirectos (geofísicos), que permiten, a través del estudio e interpratación de datos, deducir cómo es el interior de la Tierra, (su estructura y las propiedades de sus componentes) al cual no podemos acceder directamente. A partir del estudio de algunas propiedades (densidad, magnetismo, gravedad, ondas sísmicas) e incluso el análisis de meteoritos, podemos deducir la composición interna y características del interior terrestre.
Uno de los principales métodos de estudio indirecto del interior de la Tierra es el método sísmico. Las ondas sísmicas (vibraciones producidas por un terremoto) se generan en el epicentro del terremoto y se propagan tanto al exterior (produciendo daños en los edificios....) como por el interior de la Tierra. El estudio de la velocidad de las ondas y de sus trayectorias han permitido conocer el interior terrestre (composición, estado físico y estructura), ya que el comportamiento de las ondas cambia en función de las propiedades y naturaleza de las rocas que atraviesan.
Las ondas sísmicas que viajan por el interior terrestre (P y S) sufren desviaciones en sus trayectorias (refracción). Cada cambio de trayectoria refleja un cambio en la composición o estado de los materiales que atraviesa. Esa zona de cambio entre materiales se denomina discontinuidad.
De este modo se ha podido deducir que el interior de la Tierra es heterogéneo y está estructurado en zonas concéntricas de propiedades diferentes.
Ondas sismicas
Ondas sismicas
Cuando a principios del siglo XIX se calcularon algunas de las propiedades de la tierra (volumen, densidad...), se pudo observar que la densidad promedio de la Tierra era mucho mayor que la de las rocas de la superficie. Esto indicaba que la Tierra no era homogénea.
Cuando años más tarde se estudió el comportamiento de las ondas sísmicas se pudo determinar el actual modelo del interior terrestre.
Recuerda que, cuando se produce un terremoto se originan tres tipos de ondas sísmicas:
- Ondas P, se transmiten tanto en medios sólidos y líquidos. Son las más rápidas
- Ondas S, sólo se transmiten en medios sólidos. Llegan en segundo lugar.
- Ondas L y R, son ondas superficiales.
Si la Tierra fuera homogénea, las ondas sísmicas viajarían en línea recta, sin desviaciones en sus trayectorias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario